- Universidad de Oviedo 4
Universidad Oviedo: Roberto, David, Tito, Kike, Benja (cinco inicial) Mariano, Eduardo
Goles: Kike, JSP (p.p.), Tito, Benja
Vergonzante espectáculo el vivido este pasado martes en el municipal de Bueño con motivo del choque que enfrentó al Universidad de Oviedo y la Jefatura Superior de Policía en partido valedero para el quinto y sexto puesto del Torneo Autonómico organizado por el Principado de Asturias; partido que terminó saldándose con una nueva victoria de los universitarios, sexta del campeonato, que certifican así una quinta plaza que sabe a poco considerando el nivel mostrado por los verdinegros a lo largo de la competición, pero que puede darse por buena si nos atenemos a las expectativas creadas al inicio de la temporada, donde ni los más optimistas podían imaginarse esta clasificación. La dureza con la que se desenvolvieron los policiales, jugando siempre al límite del reglamento, por no hablar del mal comportamiento de algunos de sus jugadores tanto dentro como fuera de la cancha, brillaron con luz propia en un encuentro en el que los del CAU tuvieron que hacer verdaderos esfuerzos para mantener el tipo sin caer ni una sola vez en las constantes provocaciones a las que se vieron sometidos a lo largo de los cuarenta minutos y aún después de finalizada la partida, lo que sin lugar a dudas contribuyó a evitar males mayores.
Con un equipo mermado una vez más por las ausencias de José Manuel y Luisinho pero con un bloque sólido, sobrado de argumentos y dispuesto a vender cara la quinta posición que habían logrado con todo merecimiento en la liga clasificatoria, dio comienzo un encuentro muy trabado desde el primer minuto, con dos escuadras más interesadas en defender que en atacar y sin apenas ocasiones claras de gol hasta que Kike consiguió adelantarse a su marcador y finalizar una buena combinación en ataque inaugurando el electrónico del Llosalín. Parecía que el tanto iba a sosegar un poco el embarullado juego del cinco
de San Gregorio , pero sólo sirvió para que retrasarán más las líneas, dejando media cancha a merced del rival que en apenas cinco minutos y muy comodamente consiguió dar la vuelta al marcador con dos tantos en sendos despistes defensivos. Para entonces los verdinegros acusaban el golpe y el bajón físico por el que atravesaban algunos de sus jugadores más incisivos, viéndose el técnico obligado a dar oxigeno al equipo con la entrada de Mariano y Eduardo, justo antes de que emergiera una vez más el verdadero protagonista del partido, David, el pulmón universitario, tirando de galones y echándose el equipo a la espalda forzando en jugada de calidad y fuerza el golazo marcado en propia puerta por el conjunto policial, que ponía el electrónico en las tablas con las que se llegaría al intermedio.
Si la primera tanda ya fue muy tensa, la segunda mitad no le fue a la zaga con una policía más dispuesta a la bronca que al juego y al borde de un ataque de nervios ante la solidez defensiva de los universitarios. Así las cosas, la contienda parecía no tener dueño hasta que el técnico verdinegro, mediada la segunda parte, movió el banco dando entrada al “duo dinámico”, Tito y Benja, “seguro de gol” (dieciséis goles los contemplan, casi la mitad de los conseguidos en el campeonato), dejando claro que los del CAU no iban a conformarse con un empate que no les servía para nada; llegaba así el tanto del pichichi Tito en un cañonazo marca de la casa que llevaba a la desesperación a los agentes del orden, impotentes ante el derroche de facultades desplegado por el adversario. A partir de ese momento las provocaciones y continuas tarascadas ya eran una constante por parte de los agentes del orden, superados en todas las facetas del juego por los hombres de Javi, que acabaron por terminar haciéndose dueños de la cancha. Fue en ese momento cuando apareció Benja para sentenciar el encuentro, recibiendo una durísima entrada por parte de su marcador, lo que le obligó a ver el resto del encuentro desde la banda. En medio de este deplorable espectáculo, lo más importante ya no era el resultado sino lograr mantener la integridad física, por lo que el tercer gol de la escuadra policil se queda en una mera anécdota comparado con el vergonzoso despliegue de marrullerías al que los sufridos universitarios y el colegiado de la contienda se tuvieron que enfrentar hasta el minuto cuarenta, llegando a quedarse el equipo policial con un hombre menos por expulsión de uno de sus jugadores, originándose la enésima tangana del partido.
Al final victoria sufridísima que vale un quinto puesto y certifica la progresión seguida por los universitarios desde el comienzo de la temporada, lo que nos hace mirar con optimismo al nacional de La Laguna (Tenerife), donde los verdinegros viajarán a últimos de mayo con la maleta llena de ilusiones y dispuestos a darnos una alegría. Seguro que no nos defraudarán.
